Este sendero, que forma parte del parque natural de Madeira, se encuentra en la parte oriental de la isla, justo en la punta de Caniçal. Por el camino, los senderistas pueden maravillarse con los fabulosos paisajes de la costa norte y sur de la isla. La sensación que proporciona apreciar la serenidad del mar del sur en contraste con la agresividad del mar del norte es indescriptible. En el horizonte, al sur se divisan las islas Desertas y al norte la «isla dorada» de Porto Santo. A lo largo del camino, con el viento típico de esta zona, podrá contemplar bellos ejemplares de la flora y fauna únicas de la región. También hay formaciones rocosas muy curiosas, fruto del origen volcánico de la isla. Aproveche para apreciar sus detalles. Después de unos kilómetros, baje a la orilla del mar y disfrute de la calma y la frescura del mar turquesa. Aproveche para darse un baño y volver a casa más fresco y ligero. Buen paseo!